Para evitar que se repitan situaciones como las de hace unos años, cuando se tuvo que cerrar durante varios días el aeropuerto de Heathrow por las fuertes nevadas, la BAA (British Airport Authority) encargó a Ineco, en colaboración con la empresa Ferroser, la elaboración de un plan antinevadas que garantizase la operatividad del aeropuerto londinense en condiciones meteorológicas adversas.
Heathrow es el principal aeropuerto de la capital inglesa y el aeródromo con más tráfico internacional del mundo. Opera durante 18 horas prácticamente a plena capacidad y, por la noche, sigue operativo durante 6 horas. Pasan por él más de 65 millones de pasajeros al año y cuenta con 5 terminales.
Debido a su elevada demanda, una afección grave en la operativa del aeropuerto obliga a cancelar algunos de los vuelos, lo que provoca que posteriormente no se pueda absorber ese tráfico de pasajeros.
Tras la nevada ocurrida en 2010 que paralizó el aeropuerto, la BBA puso en marcha una serie de estudios para evitar situaciones similares. Esos análisis dieron lugar al Winter Resilience Programme, un proyecto que sirvió para desarrollar 14 recomendaciones clave para que no volviera a ocurrir un escenario parecido.
El proyecto de Heathrow se beneficia del aprendizaje adquirido en Madrid y permite a Ineco poner en marcha trabajos resultantes de la experiencia de Madrid-Barajas que se presuponían críticos por su repercusión o el tiempo que conlleva ponerlos en marcha.