La Secretaría de Aviación Civil (SAC) de Brasil emprendió en 2013 un amplio programa de inversión logística en aeropuertos con la colaboración del Banco do Brasil. Su primera fase, en la que Ineco colabora, consta de la modernización, nueva construcción y ampliación de 270 aeropuertos pertenecientes a los estados o municipios.

En 2014, se adjudicó a Ineco y a su socio local la realización de los estudios preliminares y de viabilidad, anteproyectos y proyectos constructivos, además de análisis geológicos y de pavimentos, de 65 aeropuertos regionales.

El país cuenta con 2.890 aeródromos privados y 720 aeropuertos públicos (28 de uso exclusivamente militar), de los que un 10% están administrados por su propietario, Infraero, y el resto pertenecen a estados o municipios.

La aviación regional es de gran importancia en Brasil, por la enorme extensión de su territorio, más de 8,5 millones de km cuadrados, y el hecho de que más de la mitad esté cubierto por la selva amazónica, lo que convierte al transporte aéreo regional en indispensable para el desarrollo económico y la movilidad. A ello se añade que Brasil tiene una de las mayores flotas ejecutivas del mundo, sólo superada por la EEUU, con aproximadamente 2.100 aeronaves, y una potente industria aeronáutica. Así, la Asociación Mundial de Líneas Aéreas, IATA, calcula que en 2017 el mercado aéreo doméstico brasileño será el tercero del mundo con 122,4 millones de pasajeros.