Gracias a las políticas económicas llevadas a cabo en los últimos años, México se ha convertido en la tercera economía más grande de América Latina, y por esta razón, el país está pisando fuerte el acelerador para modernizar y mejorar el servicio de su enorme red de infraestructuras.
México ha invertido desde 2007 una media del 4,5% del PIB en infraestructuras, siendo las carreteras las que se llevan la mayor cantidad del dinero gracias al programa de licitaciones más activo del mundo en los últimos tres años.