Entrevista a Pedro Márquez

Pedro Márquez

Pedro Márquez

Experto en navegación aérea, Pedro Márquez trabaja en Ineco dentro de la Gerencia de Sistemas CNS-ATM, dando servicio a Enaire. A pesar de que su expertise en nuestra compañía pertenece el ámbito aéreo, su mayor pasión no puede estar más lejos de esta materia. Desde hace unos años, Pedro es modelista de dioramas, una afición que le ha permitido profundizar más en la historia y conocer aspectos de ella que de otra manera pasarían de largo.

Nombre

Pedro Márquez Sánchez

Pero… ¿cómo te llaman en casa?

Pedro, papa (sin tilde)

¿Qué haces en Ineco?

Estoy en la Gerencia de Área de Sistemas CNS-ATM, en cliente ENAIRE. Empecé con la gestión de los expedientes y auditoría de los despliegues de los sistemas ATM en las instalaciones de Navegación Aérea de la geografía española. Tras unos años encontré la oportunidad de pasar al ámbito de la seguridad de las comunicaciones en los sistemas ATM, gestionando el equipo de ENAIRE, los expedientes asociados al área y coordinando calendarios y las actuaciones con otras áreas de comunicaciones. Actualmente, dentro del departamento de despliegue de ENAIRE, realizo la redacción de expedientes y ayudo en las tareas de coordinación y optimización de los procesos y de las actividades del departamento.

¿Cuándo te incorporaste a la compañía?

En el año 2005

Nos han contado que eres modelista de dioramas. ¿Puedes contarnos en qué consiste esta afición?

El modelismo es la construcción de un objeto a escala como ente individual. El diorama es la integración de esos modelos en un escenario, dando lugar a una representación, como si de una foto se tratara. En este sentido la gracia del diorama es que la integración debe ser armoniosa en el entorno que se representa y se debe prestar atención en cada detalle. Por ejemplo: no debería representarse una escena de desierto y las figuras impolutas, o vehículos en zonas de barro y no existieran marcas de rodaduras. En mi caso, me especialicé en la construcción de fortalezas y edificios con un marcado significado histórico a lo que dedico horas de investigación consultando documentos históricos o desplazándome al lugar hasta tener todos los detalles y, a partir de ahí, realizar su construcción a escala. Mi último trabajo ha sido la Iglesia de San Luis de Tolosa en Baler (la iglesia de los últimos de Filipinas).

¿Cómo surgió esta afición? 

Esta afición empezó en mi infancia, con maquetas de barcos y aviones. A la vez, el deseo de representar más fielmente aquellas maquetas me llevó a aficionarme a la Historia y al modelismo. La realización de maquetas me llevó inicialmente a elaborar mis propias figuras. Sacar copias de ellas me introdujo en el aprendizaje de los procesos químicos de moldeo por colada. La tecnología de los procesos aditivos de fabricación me llevó a interesarme en la tecnología de la impresión 3D como forma de obtención de prototipos iniciales. Convertí esta afición también en un modelo de negocio y actualmente comercializo elementos que elaboro yo mismo, bajo la marca BALWWARD. 

¿Qué te aporta esta afición en el ámbito personal y laboral?

El mundillo del modelismo histórico me ha permitido conocer y trabar amistad con magníficos historiadores y escritores de la Historia de España (Luis Gorrochategui, Miguel Ángel Lopez de la Asunción…), colaborar con el cuerpo de Infantería de Marina (y participar en los eventos que organiza en San Fernando) o con el Tercio Viejo de Sicilia en Loyola, así como asistir a eventos y certámenes. El último al que asistí tuvo lugar en Lingen (Alemania) el pasado 25-26 de marzo. 

Me permite y obliga a estar al día en procesos de fabricación 3D y al uso de programas CAD (estos dos aspectos te exponen al ensayo-error-fracaso-innovación y vuelta a empezar continuamente). 

El contacto con el mundo de la cultura e Historia me ha dado acceso a museos y colecciones privadas que te enriquecen culturalmente. Con los certámenes, ferias y eventos aprendes mucho sobre el trato con diferentes personas. Con el modelismo te fijas mucho en el detalle por mínimo que sea… todo en su conjunto se graba en el ADN y facilita gestionar proyectos fijándote en aspectos que pueden convertirse en críticos. Te da cierta habilidad a la hora de coordinar equipos de trabajo y gestión de personas, a no venirse abajo ante cualquier revés.

¿Qué destacarías de la compañía?

Tengo que agradecer a Ineco el que me haya permitido entrar en el mundo de los sistemas ATM en Enaire, participando en proyectos absolutamente innovadores como es el actual proyecto estrella iFOCUCS, o en simuladores inmersivos con visuales de 180º y 360º, que me pueden llenar profesionalmente. Lo que realmente creo que es mucho más valorable es que la compañía sea capaz de destinar una parte de su músculo (humano y capital) a proyectos solidarios en los que encauzar las inquietudes personales que tenemos en poder ayudar a los demás. Máxime cuando se tienen los conocimientos y los medios. Aprovecho esta oportunidad para resaltar la inmensa suerte que tengo al contar con la enorme calidad humana y profesional de mis compañeros que, de verdad, son absolutamente brillantes. ¡Qué suerte tiene Ineco!