
Dina Boluarte, presidenta de Perú, fue la encargada de inaugurar la terminal
El Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, principal puerta de entrada aérea del Perú y uno de los hubs más importantes de Latinoamérica, ha inaugurado oficialmente su nuevo terminal de pasajeros, marcando un hito en su historia y en la modernización de la infraestructura aeroportuaria del país.
La ceremonia contó con la participación institucional de Ineco, compañía que desde 2014 ha supervisado las obras del proyecto en consorcio con la ingeniería peruana CESEL. En representación de Ineco, asistieron Ainhoa Zubieta, directora general de Negocio Internacional, y Joaquín Llop, experto en gestión de oficinas de proyectos (PMO) y dirección de obra, quienes destacaron la magnitud del proyecto y el compromiso de Ineco con el desarrollo de infraestructuras estratégicas en Latinoamérica.
Una ampliación de dimensiones históricas
El nuevo terminal, cuya inspiración arquitectónica se basa en el geoglifo del Gran Colibrí de Nazca, triplica la superficie del anterior hasta alcanzar más de 260.000 m² —de los cuales han entrado en explotación 209.000- y se sitúa entre las dos pistas del aeropuerto. Con cinco niveles, 90 mostradores de facturación, 46 pasarelas de embarque y tecnología de inspección de última generación (tomografía 3D para equipajes), la nueva instalación aumenta significativamente la capacidad operativa, que se incrementará a partir de 2026 hasta los 40 millones de pasajeros anuales .
La ampliación ha supuesto una inversión total de 2.400 millones de dólares e incluye también la segunda pista y una torre de control de 65 metros de altura, ambas operativas desde 2023. La nueva infraestructura está equipada con más de 1.100 aisladores sísmicos, siendo la primera terminal aeroportuaria de Latinoamérica con esta tecnología.
El rol clave de Ineco
Desde hace más de una década, Ineco ha jugado un papel clave en el avance de este ambicioso proyecto nacional, bajo encargo del organismo supervisor OSITRAN. La compañía ha supervisado la ejecución de los seis paquetes de obra —, entre los que destacan los de preparación del terreno, infraestructuras del lado aire y nuevo terminal con accesos— en coordinación con LAP (Lima Airport Partners) y CORPAC, junto a otros actores públicos y privados.
El equipo multidisciplinar de Ineco y CESEL ha realizado labores de seguimiento, control y coordinación técnica en todas las fases, desde la demolición inicial hasta las pruebas operativas con más de 9.000 voluntarios en procesos simulados, hasta los ensayos con vuelos reales iniciados el pasado 15 de mayo.
Perspectiva de futuro
La inauguración del nuevo terminal impulsa el desarrollo del proyecto “Ciudad Aeropuerto”, con la previsión de nuevas áreas de hoteles, servicios logísticos y zonas comerciales hasta el final de la concesión en 2041. Se espera que el aeropuerto genere hasta 121.000 empleos y aporte más de 500 millones de dólares anuales al Estado peruano.